Thiago Silva Suárez, un alumno de 6to. "B" quiso compartir su propia versión del cuento clásico "Los tres cerditos y el lobo".
Los tres chanchitos 2.0
Esta historia no transcurre
hace mucho tiempo ni en un reino muy lejano, transcurre aquí mismo, en una
granja de nuestra ciudad, en las afueras de San Salvador.
—Pásame el mando de la play—dijo George el cerdito.
—¡Ahí va!—exclamó
Andy mientras le pasaba el mando a su hermano casi gemelo.
—¡Che, esperen! ¿¡No ven que estaba limpiando!? —se quejó Amy mientras barría, ella es la
tercera hermana de la familia.
—¡Miren! Emily, la pata, compartió una cadena en Facebook— contó Andy.
—Sí, a mí me llegó por WhatsApp, dice “reenviar ya” —aportó George.
La cadena decía un mensaje
más o menos así:
¡Urgente!
El lobo huyó
de la cárcel y viene a refugiarse en sus casas, como máxima medida mejórenlas
pero ya! ¡Comparte el
mensaje ahora mismo!, no es una broma, tómatelo en serio.
—¡Vamos! Tenemos que construir una casa
resistente—se desesperó Amy.
—No, yo prefiero quedarme acá jugando a la play y disfrutando
el barrito fresco del granero.
—Te acompaño en eso, además, seguro todo es una gran mentira.
—Y si, ¿no?…
—Si estas tan preocupada, vete tú y arregla la casa Amy.
—Sí, por supuesto, eso es lo que haré—y dando un gran portazo la
cerdita se fue.
Amy estuvo toda la tarde construyendo la
casa, hasta que por fin la terminó, era una gran mansión con enormes sistemas
de seguridad. Andy y George, por el
contrario, jugaron toda la tarde a la play.
Cuando cayó la noche vieron un auto
totalmente desconocido acercándose a la granja.
La chanchita estaba totalmente instalada en su mansión, mientras que sus hermanos
seguían jugando. Como era de esperarse el auto era del lobo y sus amigos que
llegaron a hacer lío. Mientras la cerdita se sacaba fotos para snapchat, los
chicos gritaban y corrían escapando del lobo al mismo tiempo que le rogaban a su hermana que los dejara entrar al grito de:
—¡AMYYY AYUDAAAA! ¡AYUDAAAA!
¡TENÍAS RAZÓN!
Al instante Amy reaccionó a la gravedad de
la situación, les abrió la puerta y activó el sistema de alarmas. El lobo se
fue de inmediato a comer una pizza y a comprar otro teléfono celular porque, de
tanto correr, el que tenía se le había caído en el barro de la granja.
Y… ¿viste que la historia no es como te la
contaron?, bueno se modifica un poco pero… ésta es la versión real yo lo
sé muy bien, ¿sabes por qué? ¡Porque lo leí en Facebook!
La chanchita estaba totalmente instalada en su mansión, mientras que sus hermanos seguían jugando. Como era de esperarse el auto era del lobo y sus amigos que llegaron a hacer lío. Mientras la cerdita se sacaba fotos para snapchat, los chicos gritaban y corrían escapando del lobo al mismo tiempo que le rogaban a su hermana que los dejara entrar al grito de:
FIN
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