miércoles, 14 de septiembre de 2016

Un alumno de sexto grado comparte un cuento.

   Thiago Silva Suárez, un alumno de 6to. "B" quiso compartir su propia versión del cuento clásico "Los tres cerditos y el lobo".


       Los tres chanchitos 2.0

         Esta historia no transcurre hace mucho tiempo ni en un reino muy lejano, transcurre aquí mismo, en una granja de nuestra ciudad, en las afueras de San Salvador.

     —Pásame el mando de la playdijo George el cerdito.
     —¡Ahí va!exclamó Andy mientras le pasaba el mando a su hermano casi gemelo.
     —¡Che, esperen! ¿¡No ven que estaba limpiando!? se quejó Amy mientras barría, ella es la tercera hermana de la familia.
     —¡Miren! Emily, la pata, compartió una cadena en Facebook contó Andy.
     —Sí, a mí me llegó por WhatsApp, dice “reenviar ya” aportó George.
         La cadena decía un mensaje más o menos así: 
¡Urgente!
El lobo huyó de la cárcel y viene a refugiarse en sus casas, como máxima medida mejórenlas pero ya!¡Comparte el mensaje ahora mismo!, no es una broma, tómatelo en serio.

  ¡Vamos! Tenemos que construir una casa resistentese desesperó Amy.
    —No, yo prefiero quedarme acá jugando a la play y disfrutando el barrito fresco del granero.
    —Te acompaño en eso, además, seguro todo es una gran mentira.
    —Y si, ¿no?…
    —Si estas tan preocupada, vete tú y arregla la casa Amy.
    —Sí, por supuesto, eso es lo que haréy dando un gran portazo la cerdita se fue.
      Amy estuvo toda la tarde construyendo la casa, hasta que por fin la terminó, era una gran mansión con enormes sistemas de seguridad. Andy y George, por el contrario, jugaron toda la tarde a la play.

         Cuando cayó la noche vieron un auto totalmente desconocido acercándose a la granja.
         La chanchita estaba totalmente instalada en su mansión, mientras que sus hermanos seguían jugando. Como era de esperarse el auto era del lobo y sus amigos que llegaron a hacer lío. Mientras la cerdita se sacaba fotos para snapchat, los chicos gritaban y corrían escapando del lobo al mismo tiempo que le rogaban a su hermana que los dejara entrar al grito de:
          —¡AMYYY AYUDAAAA! ¡AYUDAAAA! ¡TENÍAS RAZÓN!
    
          Al instante Amy reaccionó a la gravedad de la situación, les abrió la puerta y activó el sistema de alarmas. El lobo se fue de inmediato a comer una pizza y a comprar otro teléfono celular porque, de tanto correr, el que tenía se le había caído en el barro de la granja.
           Y… ¿viste que la historia no es como te la contaron?, bueno se modifica un poco pero… ésta es la versión real yo lo sé muy bien, ¿sabes por qué? ¡Porque lo leí en Facebook!


FIN
 

                  

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